En caoxmos.com seguimos creciendo día a día y hoy tenemos el privilegio de sumar una promesa a nuestra familia. Una mamá, estudiante, trabajadora y en sus escasos ratos libres también una apasionada lectora y escritora. Pero esta pequeña superheroína ha preferido restar en el anonimato por lo que sólo nos queda deleitarnos con sus reflexiones…
En estos días en los que solo vemos noticieros repletos de hospitales colapsando, enfermos pidiendo ayuda, personas siendo detenidas por incumplir el estado de emergencia (toque de queda), las largas colas que se hacen para entrar en los supermercados o mercados y las largas colas que se hacen para recibir los bonos que el gobierno está dando.
La sociedad se olvidó de ver las buenas cosas por mas pequeñas que sean. Un ejemplo claro podría ser el siguiente; lo que pasa con nuestros hermanos venezolanos, los cuáles muchos subsistían con el día a día pero está cruel pandemia que dejó sin poder trabajar.
Ingenios de supervivientes
Sin ir muy lejos, acá en Lima, Perú, nuestros hermanos buscan por lo menos ganarse un sol de las maneras mas ingeniosas. Una de ellas es la que vienen implementando en los buses, subiendo en parejas o solos. Con un chilguete* de lejía o un trapo y una botella de alcohol. Procediendo a limpiar los respaldos de los asientos y los pasamanos con lejía y al terminar el proceso con un frasco de alcohol, echando un chorrito en las manos de los pasajeros esperando al menos una pequeña contribución. Otra salida ingeniosa es seguir limpiando y desinfectando la vía expresa, cómo venían haciendo mucho antes de la cuarentena, buscando así poder recolectar lo necesario para poder llevar un plato de comida.
Unión en tiempos difíciles
En la vía expresa, llegando al Hospital 2 de Mayo se encuentra un grupo de riesgo (personas mayores de 60 años) sin hogar, teniendo que pasar las noches durmiendo en las bancas de los paraderos desolados. Este grupo está conformado* por ciudadanos y hermanos venezolanos que sin ser familia de estas personas comparten su alimento con el afán de poder cuidarlas. Por eso es importante recordar los buenos momentos y detalles. Como estos, que hacen que crezcamos como país y seres humanos.
Recordamos que en estos días donde reina el temor en la historia colectiva por contagiarse de una enfermedad que no tiene cura por lo menos. Estos pequeños detalles nos juntan y nos ayudan a vencer esta cruel pandemia.