Afortunadamente el impacto se produjo en el océano, al sur de Puerto Rico pero su potencia pudo ser captada incluso por los radares meteorológicos.
Los acontecimientos
Mañana del lunes 22 de junio de 2019, los telescopios Atlas de detección temprana de objetos en trayectoria hacia la Tierra, controlados desde la Universidad de Hawai detectan un asteroide que se dirige sin cesar directamente hacia la Tierra. Se trata de un fragmento de dimensiones considerables, comparables al tamaño de un coche. Tras su identificación fue avistado en cuatro ocasiones mas en un lapso de media hora desde el mismo centro. En ese momento el asteroide se encontraba a 500.000 km de la Tierra según los datos que pudo obtener el software de análisis de impacto ‘Scout’ del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA que con ello pudo calificar el asteroide como de impacto 2.
«¿Cómo sabes si la Tierra no es más que el infierno de otro planeta?»
Aldous Leonard Huxley
Un momento de tensión
Horas después la cámara del telescopio PS2 que no estaba completamente funcional pudo hacer observaciones que mejoraron considerablemente la predicción. A pesar de ello empeoraron notablemente la consideración de riesgo del asteroide asignándole ya un mayúsculo calificativo de 4 en riesgo de impacto que ya es equivalente a probabilidad de precipitar.
Buenas noticias
Finalmente, el radar meteorológico de Nexrad en San Juan, Puerto Rico se detectó el asteroide ahora bautizado como 2019 MO y se pudo además identificar su desintegración. Según la información del radar meteorológico de Nexrad 2019 MO chocó contra la atmósfera terrestre sobre el océano, a unos aproximadamente 380 kilómetros al sur de San Juan de Puerto Rico.
«Las estrellas tienen el mismo aspecto todas las noches. Las nebulosas y las galaxias son aburridas e inmutables, mantienen la misma apariencia general durante miles o millones de años. De hecho, solo el sol, la luna y planetas, junto con algún ocasional cometa, asteroide o meteorito, parecen dinámicos»
Seth Shostak