El hallazgo supone una explosión de información para los científicos. Toda una erupción volcánica de datos, y nunca mejor dicho. Un descubrimiento que es en potencia un gran avance hacia el conocimiento de la historia de nuestra querida Tierra.
Un poco de pasado gaseado
Todo comienza en el centro del grandioso y casi titánico continente australiano, cuando en la región denominada como las Cuencas de Cooper-Eromanga se descubren en el 1963 reservas de gas. Es entonces cuando la entropía del sistema se dispara y obviamente las ansias humanas hacen el resto. Naturalmente ese primer hallazgo atrapa las energías humanas que con la furia de un volcán explorarán la zona, la estudiarán a fondo. Lamentablemente acabaron haciendo de la zona ubicada próxima a la región fronteriza entre Queensland y Australia Meridional la mayor explotación terrestre de petróleo y gas de Australia…

Algo más que dinero
El ser humano no siempre es movido únicamente por intereses económicos. Los grandes movimientos humanos y avances están motivados en cambio por una fuerza tan misteriosa como imperiosa, se trata del amor. En este caso un amor al conocimiento que llevó con otro enfoque a los expertos y investigadores a estas tierras.
La investigación
Investigadores de las Universidades de Adelaida (Australia) y de Aberdeen (Escocia, Reino Unido) se sirvieron de la mas avanzada tecnología aplicada en el campo de la geología. Algunas como lo es una técnica para capturar imágenes del subsuelo y que tiene grandes semejanzas con la popular tomografía computerizada usada por la medicina. A través de esta avanzada técnica los científicos lograron identificar patrones que correspondían claramente con lo que ellos estimaban que eran cráteres y flujos de lava. Además no podían faltar en el sistema las cámaras de magma, pues a través de ellas se alimentaba el caluroso sistema. En total lograron identificar una desorbitada cifra de mas de 100 volcanes. Todos ellos databan del período Jurásico, hace ni más ni menos que entre 180 y 160 millones de años.

Magma como sintagma
Los eones pasaron y esta vigorosa región terrestre donde abundaban cráteres y fisuras, ardientes entramados y sistemas de canales fluviales donde eran arrojadas cenizas y lava fue menguando su energía y poco a poco desapareciendo en el tiempo. Estos elementos fueron haciendo mella en el paisaje dando como resultado enormes lagos y pantanos de carbón… Más tiempo y todo este paisaje quedó sin permiso alguno sepultado bajo toneladas de roca sedimentaria. La belleza de lo que algún día fue un enérgico paisaje terrestre había quedado reducida a menos que una leyenda… Pero una corriente tan poderosa como aquel paisaje volvería para rescatar su historia de las profundidades. Se trata de la imperable razón y su arsenal de herramientas operadas por los humanos, la ciencia… Luego de millones de años se vislumbrarían los acontecimientos de la mano de avanzados inventos y se podría escribir un capítulo más de la historia de la Tierra…
Con las vistas al futuro
Si el futuro fue lo que en esta ocasión pudo rescatar esta intrigante pieza de historia de las profundidades es también el futuro el que ahora puede cambiar con semejante hallazgo. Nunca me cansaré de repetirlo pero todo está conectado. En esta ocasión estamos, probablemente, ante uno de los muchos fascinantes sistemas volcánicos que hay ahora ocultos bajo metros y metros de Tierra. Todo misterios guardados en las profundidades de los diferentes puntos de la geografía terrestre que parece que pronto podremos descubrir y quedar atrapados en su contemplación.