Te dejará sin saliva solo pronunciar su nombre
¿Qué son?
Los antisialogogos son sustancias (comúnmente fármacos) que ocasionan una caída o disminución de la producción salival. Los fármacos o sustancias opuestas en efectos serían los sialogogos los cuáles producen un incremento de la producción salival. En función de su naturaleza u origen se distinguen dos tipos, los antisialogogos naturales y los sintéticos.
Principales fármacos o sustancias antisialogogos (Tipos)
A continuación una lista de diferentes sustancias que actúan como antisialogogos:
Antisialogogos naturales
Resultan ser la mayoría, sustancias procedentes del metabolismo secundario de ciertas plantas, sobretodo de la familia Solanaceae. Cómo las siguientes:
Familia Solanaceae
- Atropina, uno de los antisialogogos más populares. Actúa estimulando en primera instancia el sistema nervioso central (SNC) para posteriormente deprimirlo. Y decrementa secreciones bronquiales además de las salivales. Se obtiene de plantas como la belladona y otras de su familia, las cuáles lo generan como alcaloide residual durante su metabolismo secundario.
- Escopolamina, hioscina o en la cultura popular, la temida burundanga. Nuevamente es metabolito secundario de plantas solanáceas como los beleños, la mandrágora y otras.
- Belladona, nuevamente de la familia Solanaceae.
- Hyoscyamus o beleño
- El estramonio o Stramonium
Otros
- Opio, obtenido del desecamiento del jugo de las cabezas de las adormideras verdes.
- Tabaco, lamentablemente no requiere descripciones, pero sí, en efecto en su forma sobrante también actúa como antisialogogo.
Antisialogogos sintéticos
- Glicopirrolato, el único agente sintético de la lista. Fue sintetizado en 1960 por Bernard V. Franko y Carl D. Lunsford luego de intentar dar con un fármaco análogo a la atropina pero sin los efectos secundarios que esta poseía.
Curiosidades
Es interesante incluir este dato curioso… y es que en condiciones normales nuestro cuerpo produce nada menos que entre 1 y 1,5 litros de saliva diarios. Lo que supone la friolera de 43.800 litros en el transcurso de una vida promedio.
Reflexión final
Redactar este artículo ha resultado ser una especie de antisialogogo, pues no miento si digo que me ha dejado por instantes largos sin saliva. Aunque desconozco la naturaleza de este fenómeno.
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