La paleontología está de fiestasaurus, y no es para menos, pues otro fósil se suma a la familia de conocimientos de esta ciencia. Un dinosaurio que forma parte de la familia del Tyranossaurus y el Velocirráptor.
Introducción
Miércoles 24 de junio, el periódico Scientific Reports publica entre sus líneas un estudio divulgado por la USP (Universidad de Sao Paulo). En el estudio se detalla el hallazgo y la posterior investigación por parte de los paleontólogos de la ya mencionada (USP), la Universidad Estatal de Maringá (UEM), el Museo Argentino de Ciencias Naturales y el Museo de Paleontología de Cruzeiro del Oeste. La investigación retrata un animal de porte pequeño (1,5 metros de longitud) que formaría parte del suborden de los terópodos en el que también se encuentran los archiconocidos Tyranossaurus y Velocirráptor.
Las características del hallazgo
Con casi la mitad del esqueleto conocido y a pesar de disponer de muy pocos restos del cráneo, el «nuevo» dinosaurio es el terópodo preservado de forma mas integra de Brasil, siendo todos los demás conocidos con base a cráneos parciales, esqueletos más incompletos o incluso con pocos huesos aislados. Se trata también de la octava especie de dinosaurio descrita a partir de material brasileño que puede ser seguramente atribuida a los terópodos. Todo ello permitió una grandiosa aportación de información a los investigadores que pudieron extraer un perfil mas exacto del fósil como lo fue su posesión de vértebras exacavadas por divertículos (que son como unas bolsas) del sistema respiratorio que están presentes en las aves de nuestros tiempos y les confieren ligereza. Además disponían de minúsculos brazos de aproximadamente la mitad de tamaño que una de sus piernas. Pero es una parte de sus piernas la que despertó especial interés en los científicos, y es que sus pies funcionalmente estaban diseñados para soportar la mayor parte de su peso sobre un dedo central, característica que lo situaría dentro de la clasificación de «animal funcionalmente monodáctilo», igual que los esbeltos caballos. Los demás dedos que no eran sometidos a la presión propia eran grandes garras en forma de láminas destinadas a las funciones de cortar y raspar.
El bautizo
Con toda la anterior radiografía era el excitante momento de bautizar la ancestral criatura. José, Paco, Jesús, no hombre no, con los dinosaurios no vamos a sí, en tal caso sería, Josésaurus, Pacosaurus o Jesusaurus, en cualquier caso el nombre aún se volvió mas complejo, «Vespersaurus paranaensis». Para aquel que se haya fijado en la construcción le confirmamos si acertó… Donde «vesper» se hereda de oeste o atardecer en latín y «paranaensis» por tratarse de la ciudad donde fue descubierta, y por representar el primer dinosaurio del estado de Paraná aunque cabe aclarar que el «Vespersaurus paranaensis» no fue la primera especie de la «era de los dinosaurios» encontrada en esa región de Paraná y en el mismo municipio de Cruzeiro do Oeste fueron descubiertos el lagarto «Gueragama sudamericano» y un sinfín de ejemplares del pterosaurio «Caiuajara dobruskii»
«Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaperecer, la persona que amas puede desaparecer…Pero los dinosaurios van a desaparecer»
Charly García