Las artes marciales japonesas son legendarias y nos han dejado toda clase de creaciones para hacerse de manera brillante con un enemigo. La que hoy presentamos era la sorpresadilla de los fugaces pies del enemigo.
Imagina estar persiguiendo a alguien y de pronto ser sorprendido por un objeto punzante que se avalanza sin previo aviso sobre tu trayecto. Así de inesperada era el Makibishi.
Diseño
Su diseño era sencillo pero no por ello menos agresivo, unas puntas afiladas (fortificación espinosa) diseñadas para perforar sin remordimientos las suelas de los zapatos de la época, tales como las sandalias waraji que al estar constituidas de paja no tenían nada que hacer contra los makibishi que acaban penetrando el zapato y en su defecto los pies del enemigo. Pero más dramático era cuando ni siquiera se llevaba calzado, algo bastante habitual en el ámbito doméstico. Las heridas ocasionadas como era de esperar podían interrumpir la marcha del atacado por completo y en muchos casos, producir lesiones mas graves.
Tipos
Había variaciones de makibishi en función del material. Los que estaban constituidos en hierro eran conocidos como los tetsubishi. Los que estaban hechos a partir de las vainas de las semillas secas de los abrojos de agua eran los tennenbishi.
Función y uso
Función
Durante persecuciones, el makibishi se presentaba como un arma eficaz frenando a perseguidores. Con una sobresaliente actuación cuando la persecución se daba en edificios ya que muchos de los que perseguían, lo hacían descalzos ya que es costumbre japonesa no llevar calzado en el cálido ámbito doméstico. También se usaban para enemigos montados a caballo.
Uso
Sus usuarios eran muy a menudo ninjas. Estos podían llevar los makibishi en una bolsa unida al cinturón junto con otras armas y herramientas propias de estas artes como lo eran los shurikens o el kaginawa.
2 comments
Entonces… los abrojos de toda la vida, no? xd. Ahora en serio, un artículo firmemente redactado y de presentación pulcra, al igual que el resto del blog. Anticipo más entradas curiosas en el futuro y le/s deseo buena suerte.
Abrojos