Las costas de Falmouth en Inglaterra han tenido un suceso muy peculiar protagonizado por unos buceadores y una medusa enorme
Un paradójico conocimiento de lo desconocido
En más de una ocasión habrás escuchado que conocemos mas del espacio exterior que del océano. Esta afirmación que parece la voz del desconocimiento mismo es mas cierta de lo que parece. Y si bien cuesta pensar como se puede determinar la cantidad de desconocimiento de algo cuando solo tienes de él lo conocido… y dejando de lado esta turbulenta paradoja marina vamos a lo que aquí nos anima.
Inspiración salina
Sin duda alguna el mar está poblado de misterios, trepidantes sin saberes que han inspirado la imaginación de mentes creativas desde hace siglos. Grandes escritores y artistas se han dejado cautivar por su salina química. Se ha escrito de continentes perdidos, de calamares gigantes, grandes remolinos y historias de piratas. El mar es tan abismal y bello como letal. Entre sus componentes letales postulan en el imaginario colectivo los mortíferos tiburones o las venenosas medusas.
Medusa o Miedusa
Las medusas, a pesar de su mala fama, han sido bautizadas con mas nombres que tentáculos. Desde aguamalas o malaguas pasando por aguacuajito o aguavivas y terminando por un melancólico lágrimas de mar. Este animal marino caracterizado por su forma de campana de la que cuelgan tentáculos a más de uno le ha hecho desvanecer el goce de un tranquilo baño en la playa. Todo por una zombiesca compañía que con un sútil abrazo podía acabar con tus vacaciones…
No todas las ocasiones son vacaciones
En ocasiones no todo baño son vacaciones, y eso bien lo sabe la ciencia. La ciencia se somete tanto a las mas deseadas aventuras como las mas nefastas experiencias con tal de llevar adelante su crecimiento y fuerte desarrollo. Y según la subjetividad del lector, unas inmersiones en el mar pueden resultar una experiencia de esas deseadas aventuras o todo lo contrario. En cualquier caso, y regresando un poco a la inspiración artística propia del mar… ¿que hay de la fusión de la ciencia, el arte y los miedos humanos…?, documentales…
El encuentro
Lizzie Daly, una bióloga y presentadora de televisión en compañía con Dan Abbott, un fotógrafo de animales salvajes se encontraban realizando un rodaje para el documental «Wild Ocean Week», probablemente dejados llevar por su inspiración artística cuando fueron sorprendidos por una enorme criatura capaz de protagonizar las peores pesadillas.
Entre los volúmenes de agua que los rodeaban fueron repentinamente sorprendidos con cámara en mano por una colosal medusa de dimensiones aproximadas a las del tamaño de un humano. Metro y medio de largo que bien podían convertirse de la medusa al metro y medio humano de sudor nervioso… Pero los aventureros no desperdiciaron la oportunidad. Fue entonces cuando protagonizaron un viral seguimiento durante el que rodaron sin desperdicio, no querían perder ni un fotograma. Siguieron al animal por ¡más de 25 minutos!
Producto de tan trepidante aventura obtuvieron además de una personal experiencia, una descomunal experiencia que pudieron tener en miniatura millones de personas gracias a la viralidad del vídeo tras ser publicado en redes sociales como Facebook.
Mas viral el vídeo que la medusa
Si bien las medusas no transmiten virus, con viral me refiero de una forma aceptable pero errónea a aquello que infesta y ataca, como el dolor de la medusa. El título se refiere a ese viral dolor de la medusa que afortunadamente no portaba en demasía como su tamaño.
Esta especie de medusas no presenta grandes riesgos para los seres humanos según los científicos más allá de una molesta picadura. Se puede decir también erróneamente que su tamaño es inversamente proporcional a su cantidad de veneno y su peligrosidad… Eso sí, pican incluso estando muertas.
Los autores han dicho que es la medusa más grande que han podido contemplar hasta el momento.
La medusa barril
Según los expertos, esta especie de «medusas barril» viajan hacia aguas más cálidas por lo que intuyen que este individuo se encontraba en desplazamiento hacía un confortable lugar mas cálido. Si bien esta especie tiende a presentar tamaños de infarto, los límites aún normales en tamaño en las «medusas barril» están entorno a los 90 centímetros de longitud y una masa de 35 kilogramos por lo que el protagonista del vídeo ha tenido un merecido dejar sin palabras a millones de personas…
¡Desde CAOXMOS os deseamos un feliz baño de verano!
