Una nueva teoría, producto de la casualidad podría resolver dos grandes misterios de nuestro joven Sol. La teoría propone una explicación para la genésis de las misteriosas espículas solares así como una consecuente explicación para el también misterioso calor superior de la superficie solar frente al de sus capas inferiores.
Turbulenta estrella, calma fiera
En esto mismo instante, a 149,6 millones de km, en la superficie de nuestro aparentemente tranquilo Sol hay una incesante actividad. Incluso en períodos considerados como de baja actividad solar se suceden infinidad de eventos. De hecho, se estima que en el período de tiempo (menos de 1 minuto) desde que has leído este artículo se han producido más de 1.000.000 de espículas. Estas concentraciones de flujo gaseoso que emergen violentamente desde la cromosfera a la fotosfera a la friolera de 20 km/s y llegando a medir cerca de 500 km resultaban ser fenómenos de muy recóndita explicación. Este conocimiento reservado por los calores solares acerca del origen de estos brotes podría haber sido revelado. Además una revelación que podría venir acompañada de una segunda gran respuesta a otro mítico misterio solar. Una elegante resolución que será detallada en los próximos párrafos.
Historia de un misterio…
En 1877, mientras Thomas Alva Edison presentaba sus patentes para el fonógrafo y el micrófono, el mundo de la ciencia también descubría las misteriosas espículas solares. Un misterio que acompañaría a los científicos por décadas.
¿Espiculación?
Mucho se ha especulado, o mejor dicho, espiculado al respecto pero…
La publicación
Un equipo de científicos liderado por Tanmoy Samanta, Hui Tian y Vasyl Yurchyshyn podrían haber dado con la respuesta al gran misterio. En su artículo, publicado este viernes 15 de noviembre en el volumen 366 de la prestigiosa revista Science se detalla como el equipo, sirviéndose del Telescopio Solar Goode observó un fenómeno nunca antes visto.
El fenómeno
Justo en los instantes previos a la formación de una de estas misteriosas espículas pudieron observar la formación de una especie de parche o emplasto sobre la superficie solar. Este parche se formó precisamente donde se identificó un campo magnético invertido desde el área a su alrededor.
Un hallazgo desafiante
Un hallazgo sorprendente y casual dado que estas espículas resultan muy difíciles de estudiar. Su corta vida que no se extiende más allá de los 2 minutos ha convertido en todo un desafío su estudio. Pero estos científicos lo lograron.
Conclusiones
Unas observaciones que sugieren que las espículas solares se formarían luego del violento cruce de campos magnéticos opuestos. Unos choques que tienden a la reconexión magnética. Esta reconexión magnética es un proceso de transformación de energía magnética en energía cinética, calor y aceleración de partículas que se ocasiona en plasmas con altos niveles de conducción. A efectos físicos, esta aparición de calor y energía podría ser la responsable de la génesis de estas espículas.
Extensión del eureka
Una vez habían alcanzado el eureka de la ciencia solar el equipo necesitaba intuitivamente extender mas su investigación. Y su intuición les conducía hacia otro misterio que podía estar muy vinculado. ¿Y si el calor de la corona solar se debía a esta transferencia o «génesis» de calor a la espículas?.
Una segunda investigación
Para saciar las necesidades de su investigación debían incorporar otra fuente de datos a la familia. Es para ello que recurrieron al satélite orbital OSD (Observatorio de Dinámica Solar de la NASA). En su investigación seguirían un riguroso sistema de comparación de datos. Contrastarían la información obtenida de un mismo espacio-tiempo en la estrella con ambos instrumentos de los que disponían. Por un lado el Telescopio Solar Goode y por el otro el SDO con sus diferentes filtros. Uno de los cuáles arrojó el dato clave. En la región donde se localizaba un espícula interceptaron un resplandor que se correspondía con el de los átomos de hierro cargados. Este férreo resplandor se localizó exactamente sobre la espícula. Y dicho brillo, calculan que habría superado el millón de grados centígrados.
Síntesis del estudio
En resumidas cuentas, la atmósfera solar inferior (más fría) que se encuentra parcialmente ionizada y con una gran actividad magnética y enfrentamientos de campos induce a la producción de reconexiones magnéticas. Estas reconexiones magnéticas producen una importante conversión de esa energía magnética en calor y energía cinética. Producto del incremento de calor se manifestarían las misteriosas espículas solares y en el proceso parte de la energía cinética produciría la transferencia de calor a la atmósfera solar superior. Esta tranferencia resolvería la segunda incógnita de porque la atmósfera solar superior es mas caliente que la inferior.
Generation of solar spicules and subsequent atmospheric heating
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